La hamburguesa que no quería ser comida basura

Caser Salud

Había una vez una hamburguesa que tenía muchas vidas. 

Cada día se despertaba en su hamburguesería, esperaba pacientemente el turno hasta que era preparada por uno de los cocineros y, finalmente. era servida en cualquiera de las mesas. Mientras la comían, ella hacía todo lo posible por ser sabrosísima, y con el último bocado del cliente, sentía como si se apagara la luz y se fuera a dormir. 

Y al día siguiente se repetía la historia. 

Nuestra hamburguesita podría haber seguido viviendo así de tranquila durante muchos años, si no hubiera sido porque un día, mientras esperaba su turno en el fogón, pudo escuchar cómo uno de los clientes la llamaba “comida basura”. 

¡Cuánto se enfadó! 

Estaba tan furiosa que casi se quemó.

A partir de ese momento, se dio cuenta de que mucha gente usaba esa expresión para hablar de ella y sus hermanas. Y tras escuchar atentamente cualquier programa de radio o televisión donde se hablara de comida basura o comida sana, llegó a una terrible conclusión: era verdad que era “comida basura”. 

Ahora comprendía por qué la mayoría de sus clientes favoritos estaban mucho más gordos que cuando los conoció, o por qué los que visitaban mucho el local tenían mal aspecto.

La hamburguesa se sintió fatal.

¡Todo era por su culpa!

Así que trató de encontrar una solución, alguna manera de evitar aquel odioso nombre. 

Era una tarea difícil y se empleó a fondo en ella.

Lo primero que hizo fue convencer a esos clientes habituales, los que habían engordado más de la cuenta, de la importancia de llevar una vida sana y de realizarse chequeos periódicos.

Debían espaciar las visitas a la hamburguesería y visitar a su médico para que los revisase.

Pero no era tan sencillo.

Aunque algunos lo intentaron y mejoraron su alimentación, el problema se les presentó a la hora de ir al médico para hacerse las revisiones correspondientes.

Los que no tenían seguro de SALUD se vieron obligados a esperar un tiempo para poder visitar a los especialistas correspondientes (ya sabes, las famosas listas de espera).

Y, en otros casos, algunos chequeos y revisiones no estaban previstos en la Seguridad Social.

Eso entristeció mucho a nuestra hamburguesa.

Menos mal que algunos de ellos sí tenían contratado el seguro de SALUD y pudieron acceder rápidamente a este servicio.

El caso que más le alegró fue el de un joven al que gracias a ese chequeo que su Compañía incluía en la póliza, se le descubrió a tiempo una enfermedad (que no tenía nada que ver con la hamburguesa) y empezó el tratamiento enseguida.

No sé si tú eres aficionado a las hamburguesas y a la comida basura, puede que no.

Lo que sí es seguro es que necesitas un chequeo.

Para prevenir, para llegar a tiempo…

Mira, vamos a hacer una cosa, lo mejor es que me llames al 655 551 609 o te pases por aquí y te hago una propuesta personalizada para un Seguro de Salud para ti y tu familia.

Un abrazo

Contacta con nosotros: https://smcaser.com/contacto.htm

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